Nuestro asegurado circulaba correctamente por una vía valenciana. De repente, al adentrarse en un túnel no pudo controlar el coche que se deslizaba por la calzada.
En efecto, colisionó contra una de las paredes y sufrió lesiones de diversa consideración. Los desperfectos del automóvil ascendían a unos 6.000 euros.
Las consecuencias podían haber sido peores pero, afortunadamente, en el incidente no se vio involucrado ningún otro vehículo.
Nos cursó un parte para que reclamáramos tanto los daños físicos como los daños materiales.
Resulta que le suelo del túnel en el que se accidentó nuestro cliente estaba mojado debido a unas filtraciones de agua.
Así es que decidimos presentar un recurso de responsabilidad patrimonial frente al Ayuntamiento de Valencia.
Como prueba aportamos algunas fotografías en las que se apreciaba perfectamente el mal estado de la calzada, así como la procedencia de las filtraciones.
Asimismo, disponíamos del testimonio de algunos testigos a nuestro favor y del informe pericial de los daños físicos.
Finalmente, el tribunal contencioso-administrativo dio la razón a nuestro asegurado que cobrón 7.781 euros entre las lesiones y los daños materiales que sufrió su automóvil.